martes, 6 de noviembre de 2012

Una visita particular

...Ella empieza a sudar, necesita la liberación y llevo mucho tiempo impidiendosela. Le digo que puede acabar, que tiene mi permiso y en un alarido de placer ella empapa mi mano que tengo hundida en su centro. Sigo un poco mas con mis movimientos circulares y la llevo hasta el final. Practicamente la dejo seca. Una vez que toda la tormenta de sensaciones pasa, le suelto las manos y los tobillos, acaricio su pelo y le digo "buena chica". La levanto en mis brazos y la acuesto en su cama, arrullándola hasta que se queda dormida. La tapo con una manta y me dirijo al baño. Me lavo las manos y la cara varias veces con agua fría. Necesito despejarme pero se que el recuerdo de ella sigue grabado en mi mente y en mi corazón, y que en cada sesión que practique volverá para atormentarme...
 

El teléfono empieza a sonar, sacando a Thomas de si ensoñación. El amo toma el identificador en sus manos antes de atender y coloca sus ojos en blanco antes de contestar. De seguro esta vez Jack, el encargado de los ingresos y solicitudes para asociarse, llamaba con alguna novedad sobre algún nuevo miembro para el club.



-¿Si? Ok Jack, está bien, dile a una de las chicas que lo escolte hasta aquí. Bien. Adiós

Al colgar el teléfono, Thomas se llevo dos dedos al puente de su nariz. Estaba con jaquecas otra vez, y encima ahora le tocaría lidiar con el misterioso Amo. Hacía tiempo que no se sabía nada del sujeto, pensó, desde la época donde Thomas aun era un aprendiz. El siempre había tenido una excelente reputación como uno de los mejores es su desempeño, y luego se había conseguido a esa sumisa, que lo seguía como su sombra ¿habría dejado a semejante joya en libertad? Se pregunto a sí mismo. Pasara lo que pasase, eso sería una de las cosas que averiguaría 




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